Puedo ser un junco, maleable a favor del viento.
No puedes quedarte siempre quieto, inmóvil ante lo que llega de tu alrededor, que casi eres tu, el para ti sin ninguna duda te da el frio y el calor, el te malea a su merced. Por ello y siendo consciente debo ser junco, y moverme sin hacer fuerza hacía otra dirección, así no me partiré.
Así de igual manera debo saber y expresarlo que soy arena y no roca, yo prefiero ser arena, aunque cuando nos hacemos los duros aparentemos ser roca, …., pero la arena no es erosionable, ya es la erosión, el viento solo mueve su ubicación en el mundo, en cambio a la roca, el viento, la va destruyendo poco a poco.
Con los ojos bien abiertos me di cuenta que es verdad, que en realidad debo ser así, para que no se me destruya poco a poco, es durillo pero con trabajo se consigue todo.
Cada noche juego a verbalizar lo malo y lo mejor del día, y los agradecimientos. En estos días he aprendo que a veces las cosas malas terminan en algo bueno, es decir ni lo bueno es tan bueno, ni lo malo es tan malo, es solo dejar que las cosas vayan a su ritmo. Esto ocurrió una noche, pensé en salir a correr por la tarde, pero comenzó a llover, pensé que esto seria lo peor del día, pero lo mejor había sido la tarde tan bella que pase.
Esto termina aquí pero empieza allí.
Mis agradecimientos a todos los duendillos y haditas que estáis en mi corazoncito.